jueves, 3 de marzo de 2011
Laura Maite. "Despaisajes". 2003
ORÍGEN DE LA PROPUESTA: En el año 2003, dentro del Festival BAC! presenté
la instalación en el espacio público “Camuflajes”. En el 2009 se presentó el registro
de esa intervención en la exposición colectiva "Camuflajes" en La Casa Encendida,
Madrid.
Texto de Maite Méndez Baiges para el catálogo Camuflajes.
Una de las formas posibles de intervención artística en el espacio urbano pasa por
su apropiación física o simbólica. A este tipo de acción se adscriben los Camuflages
de Laura Marte, que invaden las vallas publicitarias situadas por las ciudades con la
intención de restituirles su “verdadera naturaleza” a lugares normalmente saturados de
imágenes mediáticas. Plantea una especie de higiene de la mirada, o una ecología de
la iconosfera. Se trata de devolverle a calles y plazas, por lo tanto, lo que la publicidad
les ha arrebatado, de resarcir a los urbanitas de esa usurpación del espacio público por
parte de los intereses privados del que es responsable la empresa anunciadora; aunque
no sea ella la única.
Al sustituir el cartel publicitario por la imagen fotográfica de lo real que se encuentra
detrás del anuncio gigante, Laura Marte activa una forma de camuflaje que implica
distintas tácticas.
Cabe la interrogación acerca de con cuál de las dos finalidades habituales del camuflaje,
esconder o, por el contrario, hacer visible, se han de identificar sus Des_Paisajes (el
trabajo presente en esta exposición como parte de sus Camuflages). Sin lugar a dudas, su
operación sirve para borrar, y así neutralizar, la información contenida en el anuncio, así
como su tono machaconamente imperativo. Al mismo tiempo, permite sin embargo
visualizar la realidad que el anuncio, mientras está ocupado por la propaganda, deja
escondida. Se camufla la valla publicitaria con un tipo de cartel inédito: la fotografía del
paisaje real. El carácter mimético de esta imagen provoca la mayor ambigüedad, al
pretender ser más real que la realidad misma. Se activa así un vértigo de simulacros
provocado por interferencias en el omnipresente proceso informativo. Y una parodia
que desestabiliza la pretensión de verdad y el autoritarismo habituales en la versión
mediática y hegemónica de lo real. Además, como arte contextual, Des_Paisajes
es en sí misma un arte invisible, pues no busca reconocerse como tal arte porque
no quiere estar separado de lo real.
La obra de Laura Marte es un acto de resistencia que lograr liberar algunos espacios
urbanos de su sometimiento a la mecánica de la producción y el consumo, por medio de
su “okupación” estética, mezcla de juego y libertad. Los vídeos de sus acciones dan la
medida exacta del grado de ironía que encierra semejante operación.
su apropiación física o simbólica. A este tipo de acción se adscriben los Camuflages
de Laura Marte, que invaden las vallas publicitarias situadas por las ciudades con la
intención de restituirles su “verdadera naturaleza” a lugares normalmente saturados de
imágenes mediáticas. Plantea una especie de higiene de la mirada, o una ecología de
la iconosfera. Se trata de devolverle a calles y plazas, por lo tanto, lo que la publicidad
les ha arrebatado, de resarcir a los urbanitas de esa usurpación del espacio público por
parte de los intereses privados del que es responsable la empresa anunciadora; aunque
no sea ella la única.
Al sustituir el cartel publicitario por la imagen fotográfica de lo real que se encuentra
detrás del anuncio gigante, Laura Marte activa una forma de camuflaje que implica
distintas tácticas.
Cabe la interrogación acerca de con cuál de las dos finalidades habituales del camuflaje,
esconder o, por el contrario, hacer visible, se han de identificar sus Des_Paisajes (el
trabajo presente en esta exposición como parte de sus Camuflages). Sin lugar a dudas, su
operación sirve para borrar, y así neutralizar, la información contenida en el anuncio, así
como su tono machaconamente imperativo. Al mismo tiempo, permite sin embargo
visualizar la realidad que el anuncio, mientras está ocupado por la propaganda, deja
escondida. Se camufla la valla publicitaria con un tipo de cartel inédito: la fotografía del
paisaje real. El carácter mimético de esta imagen provoca la mayor ambigüedad, al
pretender ser más real que la realidad misma. Se activa así un vértigo de simulacros
provocado por interferencias en el omnipresente proceso informativo. Y una parodia
que desestabiliza la pretensión de verdad y el autoritarismo habituales en la versión
mediática y hegemónica de lo real. Además, como arte contextual, Des_Paisajes
es en sí misma un arte invisible, pues no busca reconocerse como tal arte porque
no quiere estar separado de lo real.
La obra de Laura Marte es un acto de resistencia que lograr liberar algunos espacios
urbanos de su sometimiento a la mecánica de la producción y el consumo, por medio de
su “okupación” estética, mezcla de juego y libertad. Los vídeos de sus acciones dan la
medida exacta del grado de ironía que encierra semejante operación.
AÑO DE REALIZACIÓN: 2003 (intervención) - 2009 (fotografía).
PRODUCCIÓN: La Casa Encendida
TÈCNICA: 2 paneles. Fotografía/dibond. Total medidas: 130x200cm.
EXPOSICIONES: Exposición itinerante: 2009, La Casa Encendida, Madrid, 2010
Espacio Cultural Caja Madrid Zaragoza, Espai Cultural Caja Madrid Barcelona, Museo
del Patrimonio, Málaga. CATÁLOGO: La Casa Encendida.
PRODUCCIÓN: La Casa Encendida
TÈCNICA: 2 paneles. Fotografía/dibond. Total medidas: 130x200cm.
EXPOSICIONES: Exposición itinerante: 2009, La Casa Encendida, Madrid, 2010
Espacio Cultural Caja Madrid Zaragoza, Espai Cultural Caja Madrid Barcelona, Museo
del Patrimonio, Málaga. CATÁLOGO: La Casa Encendida.
Hans Bellmer. "Machine Gunneress in a State of Grace". 1937
Esta escultura transforma el automatismo en un insecto, cuya efusión de energía libidinosa se concentra en el impulso imparable de una máquina castrante, insensible e implacable. Caillois presenta la criatura en un escalofriante retrato del doble mecánico de la vida, de la simulación androide del ser vivo. Una de las misteriosas cualidades de la mantis, empieza a decir, es cómo se defiende de los predadores, "haciéndose la muerta". Rígida, inmóvil, espectral, la postura de la mantis en la vida es el mimetismo de lo inanimado. Pero su impulso mimético no se detiene en la defensa del organismo, continúa Caillois, pues, incluso decapitada, la mantis religiosa sigue en actividad, representando así una danza de la vida horriblemente robótica. "Lo cual quiere decir -escribe Caillois- que sin contar con ningún centro de representación y de acción voluntaria, puede andar, recobrar el equilibrio, copular, poner huevos, construir un nido, y lo que es más asombroso, cuando se halla en peligro, puede fingirse inmóvil como un cadáver. Expreso así de forma indirecta algo que el lenguaje apenas puede describir, ni la razón asimilar, a saber, que una vez muerta, la mantis puede simular la muerte." Siendo un doble, en este sentido lindante entre la vida y la muerte -no como barrera o señal de diferencia, sino como la más porosa de las membranas, a saber, la que permite la mutua contaminación de ambos lados-, la mantis, como el androide, como el robot, como quien sufre un ataque de epilepsia, es mensajera de lo oculto, embajadora de la muerte. Al igual que la muñeca, afirma Freud.
Rosalind E. Krauss. "El inconsciente óptico". Fragmento
Fueron los miembros del grupo formado en torno a Bataille y a su revista Documentos quienes se encargaron de concebir una duplicación distinta de la generación de la forma. Por ejemplo, los estudios sobre mimetismo animal de Roger Caillois. El insecto se convierte en réplica de su entorno. Las alas de la polilla imitan las hojas marchitas. El cuerpo del gusano de seda es indistinguible de las ramitas arqueadas. La mantis religiosa, que adopta la forma de muchas briznas de hierba esmeralda. El saber entomológico denomina a este fenómeno "coloración protectora". La presa está oculta, fingiendo ante su predador. Pasa de ser figura sobre fondo a ser fondo sobre fondo, pero sólo para, burlando al animal que sigue su rastro, mantenerse intacta.
Caillois discrepa. El camuflaje del animal no está al servicio de su vida, según él, pues acontece en el reino de la visión, mientras que, en los animales, la caza tiene lugar en el medio olfativo. El mimetismo no es una conducta adaptativa; por el contrario, es un sometimiento particularmente psicótico a los dictados del "espacio". Es cierta incapacidad de mantener los límites entre el interior y el exterior, es decir, entre la figura y el fondo. Se borran los contornos de su propia integridad, de su autoposesión. Es una "detumescencia subjetiva", como dice Denis Hollier. El cuerpo se deshace, se torna delicuescente, duplica el espacio que le rodea para ser poseído por sus mismos alrededores. Es la posesión la que reproduce una réplica que, en realidad, constituye un desvanecimiento de la figura. Fondo sobre fondo.
Caillois lo compara con la experiencia de la esquizofrenia. "Para estas almas desposeídas, el espacio es como una fuerza devoradora", afirma. "El espacio es como una fuerza devoradora", afirma. "El espacio termina por ocuparlas. El cuerpo se funde con sus pensamientos y el individuo se sale de su piel para pasar al otro lado de sus sentidos. Tata de contemplarse a sí mismo desde cualquier punto del espacio. Siente que se convierte en espacio (...). Es igual, no igual a algo, sino simplemente igual." E inventa espacios en el que es "la posesión convulsiva". Henos aquí ante el verdadero con de la convulsión, que diría Bataille.
DETUMESCENCIA: Proceso fisiológico opuesto a la tumescencia. Significa retroceso de una congestión sanguínea. El término se aplica al fenómeno de vaciamiento de los cuerpos cavernosos del pene, simultáneo o inmediatamente posterior al orgasmo. Habitualmente, la detumescencia se produce después del orgasmo pero no necesariamente, ya que puede existir vaciamiento sanguíneo tras las erecciones reflejas en cualquier momento del día o de la noche, con o sin motivación erótica.
Caillois discrepa. El camuflaje del animal no está al servicio de su vida, según él, pues acontece en el reino de la visión, mientras que, en los animales, la caza tiene lugar en el medio olfativo. El mimetismo no es una conducta adaptativa; por el contrario, es un sometimiento particularmente psicótico a los dictados del "espacio". Es cierta incapacidad de mantener los límites entre el interior y el exterior, es decir, entre la figura y el fondo. Se borran los contornos de su propia integridad, de su autoposesión. Es una "detumescencia subjetiva", como dice Denis Hollier. El cuerpo se deshace, se torna delicuescente, duplica el espacio que le rodea para ser poseído por sus mismos alrededores. Es la posesión la que reproduce una réplica que, en realidad, constituye un desvanecimiento de la figura. Fondo sobre fondo.
Caillois lo compara con la experiencia de la esquizofrenia. "Para estas almas desposeídas, el espacio es como una fuerza devoradora", afirma. "El espacio es como una fuerza devoradora", afirma. "El espacio termina por ocuparlas. El cuerpo se funde con sus pensamientos y el individuo se sale de su piel para pasar al otro lado de sus sentidos. Tata de contemplarse a sí mismo desde cualquier punto del espacio. Siente que se convierte en espacio (...). Es igual, no igual a algo, sino simplemente igual." E inventa espacios en el que es "la posesión convulsiva". Henos aquí ante el verdadero con de la convulsión, que diría Bataille.
DETUMESCENCIA: Proceso fisiológico opuesto a la tumescencia. Significa retroceso de una congestión sanguínea. El término se aplica al fenómeno de vaciamiento de los cuerpos cavernosos del pene, simultáneo o inmediatamente posterior al orgasmo. Habitualmente, la detumescencia se produce después del orgasmo pero no necesariamente, ya que puede existir vaciamiento sanguíneo tras las erecciones reflejas en cualquier momento del día o de la noche, con o sin motivación erótica.
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