Pasa a través de los reinos, circula entre las moléculas hasta devenir una partícula rara que medita hasta el infinito sobre el infinito...
Deleuze y Guattari

Este dispositivo queda activado de forma que, todos podáis interactuar, añadir imágenes y comentarios. En la página principal muestro el trabajo final realizado por el grupo 8 sobre la linea circular de metro. Nuestras paradas fueron Conde de Casal y Príncipe pío. Podréis ver también las influencias con otros artistas y teóricos. Esta sería la parte molar del proyecto, que además tiene relación con la estratificación de la imagen.
Por tanto, este dispositivo se articula en dos títulos: Reflexus Fugit (el trabajo final) y otro que lo deconstruye haciendo una cartografía sobre las transformaciones de identidades: devenires, hibridaciones, transgénero, mimetismo y otros cambios. Siguiendo la filosofía de Deleuze y Guattari, el proyecto se articularía entre lo molar y lo molecular, la estratificación y la desestratificación, el plan de organización y el plan de inmanencia.
La Molécula Vibrátil relaciona el cuerpo vibrátil de Suely Rolnik y el devenir molecular de Deleuze y Guattari. Tiene que ver con la transformación de afectos, con la idea del devenir hacia lo minoritario, con el cuerpo afectado, con transferencias entre identidades, pluralidades, multiplicidades, transversalidades. Pero también con otros cambios y transformaciones en tiempos de globalización, para finalmente subvertir la idea del sujeto blindado (Hal Foster), estático o inmutable.


"No os desviaréis de la mayoría sin un pequeño detalle que empieza a crecer y que os arrastra. Porque el héroe de Focus, el americano medio, necesita gafas que dan a su nariz un aire ligeramente semita, "a causa de las gafas", va a verse metido en esa extraña aventura del devenir-judío de un no-judío. Cualquier cosa puede servir, pero el asunto se revela político. Devenir-minoritario es un asunto político y recurre a todo un trabajo de potencia, a una micropolítica activa. Justo lo contrario de la macropolítica, e incluso de la Historia, donde más bien se trata de saber cómo se va a a conquistar o a obtener una mayoría. Como decía Faulkner, para no ser fascista no había otra opción que devenir-negro". (Deleuze y Guattari. Mil mesetas. Capitalismo y esquizofrenia).




sábado, 29 de enero de 2011

Miguel Delibes. "Los santos inocentes". 1981

Mediados junio, el Quirce comenzó a sacar el rebaño de merinas cada tarde, y, al ponerse el sol, se le oía tocar la armónica delicadamente de la parte de la sierra, mientras su hermano Rogelio, no paraba, el hombre, con el jeep arriba, con el tractor abajo, siempre de acá para allá,
  este carburador ratea,no vuelve el pedal del embrague,
  esas cosas, y el señorito Iván, como sin darle importancia, cada vez que visitaba el Cortijo, observaba a los dos, al Quirce y al Rogelio, llamaba al Crepo aun aparte y le decía confidencialmente,
  Crespo, no me dejes de la mano a esos muchachos, Paco, el Bajo, ya va para viejo y yo no puedo quedarme sin secretario,
pero ni el Quirce ni el Rogelio sacaban el prodigioso olfato de su padre, que su padre, el Paco, era un caso de estudio, ¡Dios mío!, desde chiquilín, que no es un decir, le soltaban una perdiz aliquebrada en el monte y él se ponía a cuatro patas y seguía el rastro con su chata nariz pegada al suelo sin una vacilación, como un braco, y andando el tiempo, llegó a distinguir las pistas viejas de las recientes, el rastro del macho del de la hembra, que el señorito Iván se hacía de cruces, entrecerraba sus ojos verdes y le preguntaba,
  pero ¿a qué diablos huele la caza, Paco, maricón?
 y Paco, el Bajo,
  ¿de veras no la huele usted, señorito?
y el señorito Iván,
  si la oliera no te lo preguntaría,
y Paco, el Bajo,
  ¡qué cosas se tiene el señorito Iván!

Fragmento de Los santos inocentes. Libro cuarto. El secretario. 

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